Estos son algunos de los sencillos ajustes que puedes hacer rápidamente en casa para mejorar la cobertura y la señal de tu red WiFi doméstica. Si la señal de tu red WiFi no es lo suficientemente buena o sufre constantes caídas, la explicación no tiene por qué estar en la compañía telefónica, sino más cerca de lo que te piensas. En muchas ocasiones hay errores que pueden perjudicar a la calidad del WiFi doméstico que ni siquiera conoces y que son muy fáciles de evitar.
En apenas unos minutos puedes solucionarlo y comprobar la mejoría casi instántanea de tu conexión.
Es especialmente útil para mejorar la estabilidad y prevenir los microcortes, uno de los problemas más molestos cuando juegas online o descargar archivos de Internet.
Aquí van tres errores que perjudican seriamente la señal de tu red WiFi en casa.
1. Router mal colocado
Este es un error de principiante: colocar el router en una zona desde la cual la señal se encuentra demasiados obstáculos para propagarse. Siempre debes tener en cuenta que el WiFi, sobre todo en la banda de 5 GHz -la del WiFi AC- es especialmente débil y con cada pared que se encuentra se debilita.
Si lo pones en una esquina y en el suelo, la señal de propagará de forma correcta en una sola dirección. Lo óptimo es colocarlo en un lugar desde donde las ondas puedan llegar bien al resto de la casa, como encima de un mueble o de una mesa del salón. Tú decides dónde, aunque a las malas siempre puedes mejorar tu señal con un repetidor o directamente con un PLC.
2. Utilizar el mismo canal que todos tus vecinos
La señal WiFi viaja a través de canales, “carreteras” invisibles que pueden estar más o menos saturadas. Si el tuyo lo hace por el mismo canal que utilizan todos los vecinos, es muy probable que encuentres interferencias constantes en la red.
Por eso debes acceder a los Ajustes de tu Router y modificar el canal, que seguramente esté asignado a automático. No es fácil elegir uno que funcione a la perfección, aunque puedes ir cambiando de uno a otro hasta dar con el más estable de todos. No hacerlo es un error que perjudica a la señal WiFi de tu casa muy seriamente.
3. No tener tu router siempre a punto
Un router es un dispositivo que cuenta con firmware y software. En algunos casos más avanzados que otros, como por ejemplo los routers de compañías especializadas del tipo AVM, que equipan sistema operativo propio.
Esto significa que debes tenerlos actualizados a su última versión, pero ¿cómo se hace eso? De forma rutinaria deberías reiniciarlos, pues en muchas ocasiones es la forma de forzar la actualización por parte del fabricante.
Además de la versión del firmware, debes vigilar también la temperatura. Una forma de reducir tu cobertura WiFi es hacer que tu router no funcione como debería por puro sobrecalentamiento.
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