En ocasiones más vale prevenir que curar. Por eso, hay que tener en cuenta que si dices algunas cosas por WhatsApp te pueden denunciar por delitos de odio. Te lo contamos al detalle. Las aplicaciones de mensajería instantánea resultan de especial utilidad para mantener el contacto con todo tipo de personas; y una de las ventajas que tenemos es la libertad para expresar nuestras opiniones, sobre todo porque se trata de conversaciones privadas. Sin embargo, hay algunas cosas que si las dices por WhatsApp te pueden denunciar.
Nadie niega el potencial de las nuevas tecnologías y las formas de comunicación, pero no por ello hemos de perder de vista la posible utilización negativa de las mismas. Casos recientes como los insultos proferidos a Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, en un grupo de WhatsApp por agentes de la policía han reabierto el debate sobre dónde se sitúan los límites legales que giran en torno a la privacidad de WhatsApp.
La aparente libertad absoluta para expresar nuestras ideas y opiniones nos permite mostrarnos tal como somos cuando utilizamos estas plataformas. Sin embargo, podemos estar entrando en terreno fanganoso. Hasta tal punto que podemos ser juzgados por nuestros comentarios en WhatsApp. La primera recomendación es obvia, pensar dos veces antes de escribir un mensaje en los servicios de mensajería instantánea.
La rapidez y la inmediatez son las principales características de estas plataformas pero pueden volverse en nuestra contra en el momento más insospechado. La razón no es otra que todo lo que escribas en WhatsApp puede ser juzgado, incluso tratándose en un chat privado.
Tal como explican en El Mundo, determinados mensajes (de odio y de violencia) y contenidos compartidos (pornografía) en ciertos chats puede estar incurriendo en delitos de derecho a la intimidad, a la imagen, al honor, al secreto de las comunicaciones y la protección de datos. Unos límites entre ambas partes que se vuelven confusos con la llegada de las nuevas tecnologías.
Volviendo al ejemplo de los mensajes contra Carmena escritos en un chat privado de WhatsApp por tres policías donde estaban presentes otros 200 agentes – algunos de los cuales ni se conocían-, el juez de Madrid que está con el caso considera que sí existen indicios de una supuesta comisión de un delito de odio y de un delito de injurias. Al margen de la Justicia han sido suspendidos temporalmente de sus funciones y se les ha retirado el arma y la credencial reglamentaria.
En el grupo bautizado como 10 años y Turno de noche, calificaban a la alcaldesa de Madrid como “vejestorio despreciable” y deseaban que hubiera sido asesinada en el atentado de la calle Atocha (ocurrido en 1977). Además de ella, también reconocidos periodistas eran insultados junto con alabanzas a Hitler.
Sin embargo, no todo el mundo coincide con que los insultos en WhatsApp sean delito. Sin ir más lejos, la Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU) considera que las conversaciones pertenecen al ámbito privado y que se “ha violado la intimidad de los policías” al hacerse públicas por parte de otro compañero, quien presentó una denuncia el pasado 13 de noviembre.
Según diversos abogados, la diferencia se encuentra entre los conceptos “que exista un público” y que “el espacio sea público” – tal como matiza el letrado Javier de la Cueva, especializado en Tecnología. Para posteriormente añadir que “la interpretación de los tribunales debería ser expansiva en cuanto al ejercicio de los derechos y restrictiva en cuanto a la interpretación del delito”.
Para el abogado Pablo Fernández Burgueño, la privacidad se centra en el círculo íntimo compuesto por familiares y amigos, mientras que los grupos de WhatsApp desprivatizados son aquellos creados por administraciones públicas, empresas y aquellos con gran número de profesionales de un perfil similar. Dicho con otras palabras, no es delito en WhatsApp lo que pongas en el chat de tu familia o en el de tus amigos pero sí en del Ayuntamiento de tu pueblo o en el del trabajo.
Por su parte, la Agencia Española de Protección de Datos hace diferencia entre ser una persona de perfil público – como Burgueño con más de 7.000 seguidores en Twitter – y una persona de un carácter menos mediático poniendo el foco de atención en el número de personas que pueden ver ese mensaje, no tanto el contenido del mismo.
Mientras continúa el debate te recomendamos extremar las precauciones y tener cuidado a la hora de realizar insultos en WhatsApp para evitar ser acusado por delitos de odio.
Artículo publicado originalmente en Computerhoy
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