Para muchos consumidores el smartphone es su inseparable compañero de fatigas vitales. Con él en la mano leen noticias y se enteran de lo que acontece en el mundo, escuchan música y practican el exhibicionismo (o en su defecto el “voyeurismo”) en las redes sociales. Y se levantan y se duermen con él también a su vera.
Según un reciente informe llevado a cabo en Alemania por la consultora Deloitte, el 41% de las personas con edades comprendidas entre 18 y 75 años no puede evitar echar una ojeada al smartphone de sus amores en los 15 minutos subsiguientes a haberse levantado de la cama.
No contentos con levantarse con el teléfono móvil metido entre ceja y ceja, buena parte de los consumidores dedica también los últimos minutos de la jornada a este ubicuo gadget. El 39% admite que mira el smartphone en los últimos 15 minutos antes de irse a la cama.
Una tercera parte de los consumidores va incluso más allá y no puede evitar echar “miraditas” a su queridísimo móvil durante la noche (a fin de comprobar cuánto falta para que suene el despertador).
La intensidad con la que el usuario hace uso del smartphone decrece (como es de suponer) con la edad. Si los jóvenes de entre 18 y 24 años miran el móvil una media de 56 veces al día, en las personas con edades comprendidas entre los 25 y los 34 años la cifra es de 46 veces al día.
Los consumidores de entre 35 y 44 años contemplan el smartphone una media de 42 veces al día. En el grupo de personas con edades comprendidas entre los 45 y los 54 años las miradas al móvil se reducen a las 20 diarias.
Las personas de entre 55 y 65 años miran el smartphone 15 veces al día y los consumidores de entre 65 y 75 años lanzan a este dispositivo una media de 9 miradas diarias.
Un artículo publicado en Marketing Directo y, recibido vía Vallebro.com
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