La adicción al teléfono móvil en la actualidad es innegable. La sociedad se ha acostumbrado a vivir en un mundo digital, y ya nadie sabe estar sin las nuevas tecnologías, pues ya sea en casa o fuera del trabajo, herramientas como el internet, el móvil o el ordenador son necesarias.
Son numerosos los estudios que aseguran que las personas revisan sus teléfonos alrededor de 150 veces al día. Es una obsesión, no sabemos ir a dormir sin mirar el móvil antes, o desconectar un rato sin comprobar si alguien nos ha escrito, algo que, sin embargo y aunque no nos demos cuenta, nos hace mucho menos felices.
Pero, ¿cómo romper con esta relación amor-odio con el smartphone, que tan necesario es en nuestro día a día? Sobre ello ha escrito FastCompany, que ha hablado con cinco personas que lucharon contra ese hábito enfermizo del móvil, y que han logrado superarlo.
Eliminar las aplicaciones
Jake Knapp, former design partner de Google Ventures, fue uno de los afectados por esta adicción. Se dio cuenta un día de 2012, cuando comenzó a ser consciente de que su iPhone absorbía a todas horas su atención, llegando a invadir hasta el tiempo que pasaba con sus hijos.
Para solucionarlo, Knapp decidió eliminar todas las aplicaciones que le distraían (Facebook, Twitter, YouTube, Gmail…). “En principio pensé que sería un experimento a corto plazo, pero seis años esas aplicaciones siguen fuera de mi iPhone”, asegura.
Dejar el móvil en otra habitación
Otro de los afectados fue Yoni Rechtman, un inversor al que su terapeuta le recomendó dejar su teléfono en otra habitación o sala diferente a la que se encontraba él. No fue fácil, pues Rechtman no podía estar en lugares sin su teléfono móvil.
“Aunque sigo teniendo adicción, ha mejorado la situación. El hecho de dejar a veces el teléfono móvil en otro lugar hace que disminuya mi tiempo de uso del mismo, así como mi dependencia”, destaca.
Ponerlo en modo avión
Una de las mejores soluciones para no usar en exceso el móvil en cada es ponerlo en modo avión. Así lo asegura John Converse Townsend, encargado de las redes sociales de Fast Company. “Borré Instagram hace un par de semanas, y eso fue una de las mejores elecciones que he tenido jamás, pero por presiones sociales lo volví a instalar, ya que mis amigos me enviaban cosas que no podía ver”, dice.
Sin embargo, sí asegura que continúa poniendo el modo avión o, en su defecto, el modo silencio, para poder estar tranquilo durante determinados momentos que muchas veces son interrumpidos por el sonido del teléfono.
Apuesta por un móvil con tamaño grande
Una buena opción es apostar por un teléfono grande, como hizo Michell Zappa, fundador de Envisioning Technology. Concretamente, Zappa decidió reemplazar su iPhone por un iPad mini 3G, capaz de realizar todas sus funciones, excepto las llamadas.
“Este dispositivo era muy grande y, por lo tanto, más molesto de usar. Por ello, cuando volví a mi smartphone normal, noté mucho el cambio y, aunque sí lo uso, desde entonces soy mucho más consciente de su uso y de la necesidad de controlar el tiempo que paso con él”, destaca.
Haz que tu móvil sea desagradable
¿Cómo es posible convertir un smartphone en desagradable? La diseñadora gráfica Sarah Lawrence decidió descargar una aplicación que rastreara su uso del móvil a lo largo de un día. Gracias a ella comprobó que los días que ponía su móvil sin color, es decir, con escala de grises, lo usaba muchísimo menos. ¿Por qué? Porque lo encontraba más irritante, triste o desagradable. Así, ¿qué mejor opción para quitarse la manía que poner la escala de grises a su móvil?
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