¿Quién le iba a decir a un prometedor traficante de drogas en la ‘internet oscura’ que iba a ser apresado por querer presumir de su vello facial? La vida tiene ironías complicadas de entender o que, al menos, demuestran cómo el destino tiene cierto grado de ironía y buen sentido del humor. Todos recordamos que Al Capone, el mayor gánster estadounidense de los años 20 y 30, fue detenido por una simple evasión de impuestos, cuando se había librado de centenares de horrendos crímenes. Lo sucedido el mes pasado quizás no pase a los anales de la historia, pero a buen seguro que te alegrará el día.
Pongámonos en antecedentes. Como ya os hemos contado en TICbeat, la ‘internet oscura’ (dark web) sirve para comerciar con prácticamente cualquier tipo de producto o servicio ilegal. Y, entre ellos, las drogas son uno de los bienes más populares. Dentro del sinfín de tiendas dedicadas al tráfico de sustancias prohibidas, una de las más usadas se conoce como ‘Dream Market’.
En este peculiar comercio electrónico se podía comprar desde LSD o hidrocodona hasta metanfetamina cristalina. El auténtico paraíso de los drogadictos con acceso a un ordenador. Su vendedor estrella se hacía llamar ‘OxyMonster’ y presumía de haber hecho más de 60 envíos a todo el mundo desde Francia, dejando la mercancía en buzones de Correos como si de una carta cualquiera se tratase.
Las autoridades no tardaron mucho en dar con esta tienda y empezar a seguirle la pista al misterioso ‘OxyMonster’. Se sabía que residía en Francia y que cobraba sus transacciones en bitcoins, lo cual sirvió para que las autoridades -en este caso, norteamericanas- comprobaran las carteras usadas para recibir el dinero; todas ellas a nombre del galo Gal Vallerius, de 38 años.
Pues bien, lo que el bueno de Gal no sabía es que su larga y frondosa barba castaña le iba a acabar costando la libertad. Y es que, antes de que la DEA pidiera por los cauces oficiales la detención a Francia del sospechoso, él mismo se entregó en bandeja de plata al acudir a Estados Unidos para participar en el Campeonato Mundial de Barba y Bigotes.
El pasado 31 de agosto, Gal Vallerius llegaba al Aeropuerto Internacional de Atlanta con la intención de hacer escala hacia el evento, que tenía lugar en Texas. La policía estaba al tanto de su llegada y no dudó ni un segundo en apresarle, acusarle de tráfico de drogas y requisarle su equipaje. En él encontraron las pruebas finales contra el peludo hombre: un ordenador con las claves de inicio en su perfil de ‘Dream Market’, una clave de encriptación para recuperar sus bitcoins titulada ‘OxyMonster’ y, en su cartera virtual, el equivalente a 500.000 dólares.
Ante la evidencia, y según asegura el Miami Herald, Vallerius acabó confesando su culpabilidad y está a la espera de juicio.
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