Una start-up está desarrollando un casco de realidad aumentada (RA)transparente, inalámbrico y que funciona a través de un iPhone que se venderá por unos 90 euros. El producto podría conseguir que los programadores y los fanáticos tecnológicos que no están dispuestos a asumir el precio de cascos más caros como el HoloLens de Microsoft sientan curiosidad por mezclar imágenes virtuales con el mundo real.
El casco, de la empresa Mira Labs, es como una versión para realidad aumentada del Gear VR de Samsung, que ofrece una experiencia de realidad virtual mediante varios smartphones de Samsung. Pero con los cascos Prism de Mira, el teléfono se coloca lejos de la cara, y las imágenes de la pantalla se reflejan en una lente (una para cada ojo, como sucede con la 3D estereoscópica para la realidad virtual) para percibir la profundidad de los objetos. Los sensores del iPhone permiten que el casco reastree el movimiento de la cabeza, y un mando asociado al casco controla los movimientos de la mano, por lo que puede utilizarse como pistola láser, una varita...
Mira Labs planea empezar a aceptar pedidos de desarrolladores el próximo martes y empezar a enviarlos en otoño. Para los usuarios, la empresa asegura que estarán disponibles a final de año. Mira Labs espera que los desarrolladores utilicen el kit de desarrollo de software para crear aplicaciones para el casco, y afirma que ya está trabajando con algunas empresas de contenidos para producir juegos y otras aplicaciones de software.
La empresa, que fue fundada el año pasado, empezó a desarrollar prototipos con piezas impresas en 3D. Las lentes eran trozos de una especie de pecera montada en la pared, comprada en Amazon, cuya curvatura y propiedades ópticas encajaban con los cálculos de los fundadores. Con el prototipo de la pecera, Mira Labs fue capaz de ejecutar una ronda de financiación semilla de 1,3 millones de euros dirigida por Sequoia Capital, que ha estado empleando para desarrollar un producto final.
Los cofundadores, Matt Stern y Ben Taft, me mostraron el dispositivo hace poco. Probé una demostración del espacio exterior en la que podía hacer cosas como dar vueltas en círculo para detectar y disparar a unos malvados monigotes que flotaban en una galaxia imaginaria, y aterrizar un diminuto cohete sobre una superficie objetiva.
Mira Labs emplea marcadores de papel para colocar algunos de sus objetos virtuales sobre las superficies, la cámara frontal del iPhone los identifica y los utiliza para visualizar los objetos virtuales en 3D asociados a ellos. De este modo, si se tuviera una aplicación que proyectara un tablero de ajedrez tridimensional sobre un marcador colocado sobre una mesa, por ejemplo, se podría caminar a su alrededor y varias personas podrían observarlo desde diferentes ángulos al mismo tiempo.
El casco Prism tenía un aspecto un poco raro y me costó usar el mando a distancia. Pero la calidad de las imágenes parecía bastante buena incluso cuando volvía la cabeza o, en el caso de un objeto virtual "pegado" a la mesa, cuando caminaba alrededor de ellas. Y ya que permite interacciones multijugador a través de Bluetooth, fue genial poder enfrentarme a Taft en un juego tipo Pac-Man. (Mientras tanto, Stern pudo observar lo que estábamos haciendo desde la pantalla de su iPhone).
Lamentablemente, Mira Labs tendrá que esforzarse mucho para hacerse un hueco en los todavía diminutos mercados de la realidad virtual y aumentada. Los cascos que dependen de smartphone, como el Gear VR y el Daydream View VR de Google, son más populares que los dispositivos que deben conectarse a un ordenador. Además, los grandes fabricantes se enfrentan al problema de la falta de contenidos, especialmente de alta calidad, compatibles con un casco que funciona a través de un smartphones, señala el analista de la empresa de investigación de mercado Gartner Brian Blau. El experto concluye: "Creo que tienen un camino difícil por delante".
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